7,30 h. Me levanto esperando
la llegada de Carmen, viene de Praga.
8’30 h. Llega por fin a mi
apartamento en Metz, con las manos heladas, los ojos algo cansados y la mochila
llena de quesos. La abrazo y tengo la sensación que hace tan solo unas horas
que no nos vemos.
Apenas si salimos. Algunas
compras en el Simple para abastecer la nevera y de vuelta a la Maison.
Problemas con el Internet,
pensaba que eso era algo exclusivo de telefónica, ya veo que no.
Me siento superrelajada, no hay
televisión y no he escuchado hablar del Bárcenas-gate en estos tres días.
Pobre mía, nada más llegar le suelto la cuchara y
ella se presta a una breve sesión de fotos,
mañana la liberaré de mi presencia, hoy la suya me resulta
imprescindible.
Hasta mañana,
Carmen