viernes, 22 de marzo de 2013

Metz, 22 de marzo



8’30 horas. Desayuno y preparo el dèjeuner, vendrán las niñas a almorzar.

Hoy hace un día luminoso y apetece pasear.

Me dirijo a Montigny les Metz, donde se encuentra el Jardín Botánico, dando un agradable paseo por la rivera del Canal de Jouy.




Me encanta el horario del Jardín: de 8’00 h á la tombèe de la nuit (de las 8’00 h hasta que caiga la noche), qué lírico.

Y como tengo el día poético me lo paso añorando a Antonio, con él disfruto doblemente de lugares tan hermosos y sugerentes.





Las ventanas del invernadero son un verdadero micromundo de humedad y plantas que se insinúan a través de los cristales esmerilados. Me evocan las fotos de Pilar Pequeño a la que admiro. Hago un pequeño álbum de fotos emulándola y se lo dedico especialmente a mi poeta.
Os pongo una selección y la he llamado:



HASTA QUE CAIGA LA NOCHE




















Durante el tiempo que estuve haciendo las fotos pegada a los cristales del invernadero, notaba que un vigilante no dejaba de observame, bien es verdad que me había metido en un parterre, pero tampoco me llamaba la atención, yo seguía a lo mío. Cuando termine la sesión larga de fotos, allí seguía, se me acerca y me dice en un dulcísimo francés: “madame usted puede entrar dentro si quiere a hacer fotos”. ¡Ay corazón mío!, cómo le explico que me interesa las plantas insinuadas a través del filtro del cristal y la humedad. Me voy para dentro y hago muchas más fotos. Ahora a color.  Todos contentos.

Me he tomado un café a media tarde en la Place de Saint Louis, en el café Rubis, 3,20 € del ala, y me quejo del 1,20 € del Bar Chile. ¡Qué precios!

Hasta mañana,

Carmen